Inteligentes y resentidos


A diferencia de otras especies, conviven en la raza humana una serie de conductas totalmente negativas, tanto para el entorno como para nosotros mismos.
Nos robamos, nos engañamos, nos mentimos y nos matamos entre nosotros.
¿Por qué somos tan dañinos y autodestructivos?
Somos la especie más inteligente que habita la tierra, pero también la más ingrata y rencorosa.
Científicos de la Universidad de Utah han hecho una lista de los comportamientos más destructivos del ser humano.



Agresividad: Está presente en toda la historia de la raza humana, está en nuestros genes y afecta a los centros de recompensa en el cerebro.
Mientras algunos expertos dicen que, los adelantos científicos han hecho al ser humano cada vez menos violento, otros estudios avalan que nuestros ancestros eran más pacíficos que la gente de hoy.
Un estudio del año 2008 concluyó que hay personas que parecen ansiar la violencia tanto como la comida o el sexo. Esta investigación ha encontrado que el sistema de recompensa del cerebro, está conectado con la respuesta a un evento agresivo y que la dopamina esta involucrada en ese proceso.
Los investigadores creen que la agresividad en la raza humana es un rasgo instintivo que ayudó a la supervivencia.


Intimidación y acoso: Según recientes estudios, casi la mitad de niños y niñas experimentan algún tipo de acoso en la escuela primaria. También se ha demostrado que los niños acosados en la escuela, es muy probable que acosen a sus hermanos pequeños en casa.
Por eso se cree que la mayoría de los casos de acoso no comienzan en los centros de estudio sino en el hogar.
Pero la intimidación no es solo un juego de niños, se calcula que en EEUU el 30% de los trabajadores son acosados por jefes o compañeros de trabajo.
Los expertos aseguran que "…la intimidación, por definición, es progresiva, esta es una de las razones por las que es tan difícil de evitar, porque por lo general comienza en formas muy pequeñas, y una vez que empieza, tiende a empeorar”.
¿Por qué lo hacemos? Para obtener el estatus y el poder, opinan los psicólogos.


Decir mentiras: Mentir es cuando una persona hace una manifestación que tiene como intención que los demás crean que la afirmación es cierta, es muy común, y a menudo ligada a factores psicológicos.
Por lo general está vinculado con la autoestima, cuando la gente siente que su autoestima se ve amenazada, de inmediato comienza a situarse en niveles más altos.
Estudios científicos llegaron a la conclusión que en una conversación normal de 10 minutos entre dos personas, hay un 60% de posibilidades de que se digan al menos 2 mentiras.


Robar: El 11% de las personas admitió haber robado en comercios o tiendas al menos una vez según un estudio, pero solo el 20% lo hizo por necesidad.
Investigadores de la Escuela de Neurociencia de la Universidad de Minnesota afirman que “…un gran porcentaje de las personas que roban, en realidad, no tienen la necesidad de hacerlo”.
Aquí hay una similitud y una diferencia entre la raza humana y otras especies, si bien los animales también se roban, la diferencia está en que generalmente lo hacen por comida, o sea, por una cuestión de supervivencia.
Entonces ¿por qué robamos? Los científicos dicen que robar podría estar en los genes, no debemos olvidar que nuestros "primos genéticos" los monos son maestros en el arte de robarse alimentos.


Engañar: Uno de los rasgos humanos más fascinantes, la mayoría de la gente dice que la honestidad es una virtud, pero sin embargo el 10% engaña a su cónyuge y el 25% cree que hacer trampa para pagar menos impuestos, es moralmente aceptable.
No es raro ver que las personas que defienden las más elevadas normas morales, sean las más tramposas. Está comprobado que los hombres con poder son quienes más fraudes cometen.
Los peores embaucadores son personas que tienen la autoestima alta.


Vicios: Principalmente alcohol y tabaquismo, todo el mundo sabe que beber demasiado alcohol y fumar son muy malos para la salud. Sin embargo mucha gente lo sigue haciendo, quizás porque prefiere vivir el presente y ve el futuro como algo lejano.
¿Cuáles son las causas que provocan que tanta gente no pueda desprenderse de estos malos hábitos?
Hay 3 que son las predominantes: La necesidad de aceptación social, la predisposición genética a la adicción y la incapacidad para comprender realmente la naturaleza del riesgo al que se expone.


Estrés: Puede ser mortal, eleva el riesgo de padecer problemas cardíacos y cáncer. Puede conducir a la depresión, incluso al suicidio.
La vida moderna, el trabajo, la competencia, los estudios, son una fuente importante de estrés para mucha gente.
¿Por qué el estrés viene creciendo a pasos agigantados sobre todo en los países desarrollados? Los sociólogos opinan que en los últimos años, las nuevas tecnologías, internet, telefonía móvil, etc. han difuminado los límites del trabajo y el tiempo libre.
Hace 35 años, sólo el 20% de los norteamericanos se llevaba trabajo para su casa, hoy esa cifra llega al 50%.


Hablar mal de los demás: Un hábito que parece frívolo, pero que puede llegar a causar mucho daño.
Según los investigadores, los humanos estamos preparados evolutivamente para juzgar y hablar de los demás, no importa lo doloroso que pueda ser.
Los estudios han encontrado que contar historias de otras personas, define los límites del grupo y aumenta la autoestima.
La finalidad de este hábito no es decir una verdad, lo que importa es que el acto que calumniar a otro, puede forjar un vínculo con otra persona.
Cuando 2 individuos sienten hostilidad por un tercero, se sienten cercanos, esto hace crecer la afinidad entre ambos.


Apostar: ¿Por qué un comportamiento tan potencialmente ruinoso es tan común?
Es parte de nuestro sistema de recompensas del cerebro, cuando ganamos nos sentimos felices, aunque en términos generales estemos perdiendo dinero.
Un ejemplo, cuando apostamos, si perdemos tres veces y ganamos una, la vez que ganemos, va a funcionar en nuestro cerebro como una victoria y nos va a motivar a seguir jugando, es parte de los circuitos neuronales de la mente.
Las empresas dueñas de los casinos y otros juegos de apuestas, lo saben muy bien.


Suicidio: Hay que diferenciar el intento de suicidio del hecho real.
El intento muchas veces es un grito para pedir apoyo o ayuda, a menudo es una forma de castigar a los seres queridos con los que se está molesto, también es una forma en la que se busca controlar el entorno.
El suicidio en si, es debido a que el individuo se ve enfrentado una situación que solo le augura un futuro lleno de dolor, esto se puede deber a múltiples causas: depresión severa, factores sociales, trastornos mentales o enfermedades incurables.
Es un comportamiento que es exclusivamente humano.